Pocos años antes de la guerra de secesión, la bella, impulsiva y temperamental sureña Julie Marsden (Bette Davis) hace una entrada memorable en el Gran Baile de Debutantes del Olympus. En una época en la que se esperaba que las mujeres solteras vistieran de blanco prístino, ella insiste tercamente en llevar un inadecuado, pecaminoso e incendiario vestido rojo. Su propósito es despertar los celos de su prometido, el banquero Preston Dillard (Henry Fonda), pero sólo consigue destruir sus oportunidades con él. Preston se va al Norte y finalmente decide casarse con otra, sin su conocimiento. Tres años después, Preston vuelve, y una determinada y arrepentida Julie se disculpa humildemente ante Preston, pidiéndole que la ame como ella le ama. Preston la rechaza.
Una maravillosa película interpretada por Bette Davis y ganadora del oscar en 1938. Machas gracias Jaume.
esta tampoco esta joven
ME ENCANTA, QUE GRANDE BETTE DAVIS Y ME HA COSTADO RECONOCER A FONDA
Grandes interpretaciones y gran ambientación. Capta de forma sublime la época con pocos trazos y localizaciones exactas.
Bette Davis con 30 años y Henry Fonda con 33; tremendos actores; Bette Davis insuperable; ese año no le quitaron el Oscar, como sí ocurrió en 1951 y en 1962; posiblemente la más grande actriz de cine de todos los tiempos.
Claramente tiene muchas similitudes con «Lo que el viento se llevó» aunque realizada un año antes. Para mí sería bastante difícil si tuviera que escoger entre las dos por varias razones. En ésta a la protagonista se la penaliza por su conducta mientras Escarlata, a pesar de saltarse patrones impuestos por la sociedad a las mujeres en ése momento a diferencia de Juli, sale airosa de ellos aunque fundamentalmente pueda ser por contar con el favor del personaje de Melania. Por otra parte las interpretaciones de Bette Davis me deja encantada, también el de H. Fonda que es la que más me ha gustado de toda su carrera, entre otras cosas porque nunca me lo hubiera imaginado representando el papel que ejecuta totalmente diferente a los registros a los que nos tiene acostumbrad@s. Más dramática que «Lo que el viento se llevó», quizá también de forma menos «cómica» por decirlo de algún modo, refleja más crudamente la realidad de los negros cómo exclavos al igual que su relación con los señores así cómo por otra parte ambas coinciden en la supremacía del Norte frente al Sur si llegase a exigir una guerra, cómo al final sucedió… con la Guerra de la Secesión.