Después de pasar veinte años en un campo de trabajos forzados en Siberia, el sacerdote ruso Kiril Lakota es liberado y enviado a Roma, donde el papa, que está enfermo, lo nombra cardenal. Mientras, el mundo vive en un estado permanente de crisis, con la Guerra Fría como telón de fondo.
Me parece una película con una predicción ya cumplida. Un papa que proviene de los paises de la URSS.