
Luces de la Ciudad escrita y dirigida por Charles Chaplin, fue estrenada en 1931 después de casi 190 días de rodaje. Protagonizada por el mismo Chaplin en el papel del eterno vagabundo, y por Virginia Cherrill, tuvo que afrontar la revolución del cine sonoro. Chaplin solucionó el enigma de la voz de su personaje, convirtiendo Luces de la ciudad en una película muda, con música de orquesta en directo.